Cansado
se arrastra el aire
fracturado.
Busca recovecos
en los que ocultarse.
Pero el mundo
no entiende
cuando el dolor
se cuela por todas partes.
He arrugado miles de papeles,
he encendido cientos de velas,
he reescrito tanto, que lo poemas
me huyen.
Jamás tendré un oficio.
Nunca menos, beneficio.
Es ahora cuando camino
por el valle,
que puedo traducir el idioma
de las aves solitarias.
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