épocas de sayo sin rezo.
Emociones por entrar
a esta pared negra.
Deseo absoluto
por encontrarme
con personajes vivos.
Ahora me gusto
en otras lindes,
dentro de la viudedad
que genera la cambiante
ambigüedad
de lo inimaginable.
No tengo el cambio
para desearme,
avanzo como un montón
de sal enrojecido.