Intentando mantener
el equilibrio por las calles.
El mundo se mueve demasiado.
Dicen que el truco
está en taparse los oídos,
pero hasta los golpes
tienen su melifluo.
En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
Intentando mantener
el equilibrio por las calles.
El mundo se mueve demasiado.
Dicen que el truco
está en taparse los oídos,
pero hasta los golpes
tienen su melifluo.
Junto al bosque,
encuentro miles
de besos en forma
de hierba.
Dentro de la ciudad,
hallo millones de páginas,
con sabor a olvido.
Detenerse no es dejar
la lucha,
tan solo es pausar,
y reestructurar la pauta.
Practicarte el arañazo
como sistema,
de cohesión territorial.
Nada va a liberarte,
del castigo
dictado por el sueño
que muere en pequeñas
dosis.
Tan sólo
tu decisión,
alejará la guerra.
Tienes una sonrisa
tan infinita,
que su nombre es:
eviterna.
Ahora suicido
mis horas,
acurrucado en tus brazos.
Saboreo tu respiración,
como una dosis
de inconsciencia.
Entro con ella,
en un parnaso
de lisergia
no comprendida.
La diferencia entre el yo,
y el ego,
es un estudio;
de la coral que nos rodea.
Vendo esos pasos
que no doy en tu ausencia,
soy como un río.
++++++
El borde de mi vaso
es un estigma,
muero al trago
del vino asustado.
+++++++
Nunca llego
al término de la búsqueda,
encuentro en la senda
el agua que sacia,
mi melancolía.
Borracho bajo
el alma del parque,
bebo cerveza
de manera irremediable;
he descubierto la pena
humana,
y no merece ser eludida
sin el concepto propio,
de su misma existencia.
La felicidad es una garza
que bebe del lago,
hasta que siente el espanto.
Yo también alzo el vuelo,
cuando el viento,
despoja al loto.