Lenguas quemadas con maderas de aluminio.

Corro y sudo sueños.
Me caigo en suelos de amargura,
y entre otras cosas...
me despeño.

Revertida mi llamada
y muy mudo el mensaje
se me agolpa en la cabeza
pequeño fracaso,
a cada instante.

Vendrá, quizá, la montaña
sin piernas,
a aquel que no camina
ni para atrás.

Ahora vendo palos,
que sean otros
los que le den sentidos,
oraciones,
o usos varios de fregasuelos.

Respirando como un salido, aromas que no me pertenecen.

Identifico conmigo
aquello que no poseo.

Es un acto inmoral
de deseo.
Una atracción pornográfica.

Así voy en la constancia
de lo heurístico...
descubriendo sin aprendizaje
mas con interés,
lo que no conozco.

Sintiendo cerca,
la incapacidad
de la rotura
que se ceba
en los atardeceres
naranjas y violentos
de mi elaborado
plan de huida:
soy un suicida
que al atardecer
que se recuesta sobre
una alfombra roída,
dejando que la curiosidad
mate las ganas de muerte.

Siervos de una memoria que jamás rinden homenaje a los que guardan.

Mil dos semillas,
en medio de un parque
el día las ahoga.

++++++

El cuervo desnudo,
abre sus alas a un viento
cargado de muerte.

++++++

Mañana no habrá
nada de lo pedido,
puro egoísmo.

++++++

Cielo que a tientas
lloras, en la paz mortecina
del que pasa desapercibido
todos los días;
a ti aclamamos
en la cobardía
de lo ignoto.