Milenario y existencialista: tomo vino, reflexiono, e imagino que todos los luceros se cierran sobre mi cielo.

Nada en pie.
Acabado el viento
sobre inimaginables
verdes etiquetas.

Queda el viaje
inexplicable del desvencijo
que provoca la soledad
apabullante
de la vuelta a casa.

Hirsuto y vencido,
el poder envejece
ante el mundo
que sigue creciendo
sin mirar hacia donde
desaparecen los cuerpos
celestes.

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