Encuentro en lugares la misma piedra con forma de sangre.

Revelo mi dolor,
y lo exprimo en jarra clara
como vital liquido
vacío de existencia.

Valoro la creación
de la mano
que viaja por lo imaginado.

En estos tiempos, la tinta
es hora de lo inexorable
por eso viajamos
en trineos tirados
por corazones ansiosos.

La lengua por delante
de lo racional,
sin filtro surrealista.

Todo está vendido
en mercados de segunda mano
en los que encuentras
hasta sangre en tus botellas,
con dolor de otros.

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