Diario no escrito, peripecia continuada.

Mis ganas
son las de tener
de nuevo
nueve años.

Sentir la muerte
como suicidio
de la vejez;
que la sangre
sea la transfusión
de mi propia
reencarnación.

Revivir es hacer
plastilina,
de las patas de gallo.

Vivir es una emoción
constante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario