Putas sin escote, bares como iglesias.

Borracho de cerveza,
aliento nocturno
y cargado de alevosía;
camino por calles
tan sucias que mis zapatos
huyen de la suela.

Ya no hay bares,
porque el humo: vive fuera.

Hemos aniquilado nuestros
ancestros,
para convertirnos en confeti
pisoteado, de un cóctel snob.

Algún día fumaremos opio
en compañía de niños,
pensando que es tóxico,
el pegamento del colegio.

El corazón es la herramienta cobarde.

Fino como el pellejo,
fuerte como su interior.

Deshace y desecha.

Selecciona y elige.

Empeñados en elegir el corazón,
cuando con lo que se ama...
es con el estómago.

La verdad nos hará tristes.

Los sueños
son carne picada.

Relleno de un corazón
esperanzado.

Soñamos,
sin virtud,
despertamos
en medio
de una realidad;
indefensa.

Soñamos con derecho,
a cumplirlos.

Sueños que son carne picada,
restos de otros sueños
que se cumplen,
utilizando los nuestros,
al tiempo que en el latido:
engordamos con deshechos.

Disfraces de una sociedad pervertida.

Hay siete fuentes amarillas
para cada melocotonero en flor.

Los bosques enturbian sus juncos
al trote de un ostro enegrecido.

Un jardín de bronce,
una llave de acero,
una puerta de latón.

Muerte constante,
trepa por el tronco
de un ciruelo,
un mirlo huye,
con el canto ronco.

Un vaso vacío de vino,
que alguien ha bebido;
el hombre es todo esto,
y aún vive, orgulloso de ello.

Enriqueciendo vacíos, con piedras muertas.

Podría hacerlo todo,
pero quiero hacer nada.

He decidido machacar
pasar página.

No voy a dar las gracias,
tan solo, seguir imaginando.

Voy a hacerlo todo,
como los demás,
pero al revés.

Yo me arranco las ganas, y cuento secretos al espejo.

Meo contra las flores,
el cielo y el viento.

Meo y grito
en medio de todo esto.

No cesa el ruido,
no cesa.

Meo contra todo,
siento que todo está
dispuesto.

El peor motivo,
es vivir con paciencia.

Auriculares de música sorda.

Vivir en contenido,
empaquetado como un espíritu.

Dos realidades que luchan,
para ser dueñas del continente,
imagina esa lucha,
y tú, en medio.

Es una voz estereo,
advierto una muerte,
parada, y sin marcha
hacia delante.

Tener un cuerpo,
con dos ordenantes.

Vivir en un epicentro
de voces,
aceptando a la garganta
que gane.

Vivir mudo de uno mismo;
cumpliendo contigo,
sin conocerte a ti mismo.

Viendo pasar el río, tiro piedras y sonrío.

4A diario
ne lo recuerdo,
tachando los días
en el calendario.

Me gustaría decirte
que tus ojos son dos luceros,
pero prefiero comerte el coño
despacio, a camara lenta,
penetrarte después decirte:
Nena, haremos de esto
una historia.

Bebo solo cerveza,
tu chocho; me alimenta.

Recorridos por la consciencia inerte.

Arranqué de tu mano muerta
un crucifijo de muerte,
con el que escribo versos
que arden sin suerte.

No hay nada que muera viejo,
la vida siempre está,
y es continua.

Solo envejece la muerte
porque no muere
y es esclava del tiempo.

Todo muere joven,
solo muere la muerte.

Circo verdadero de color negro.

Estar al borde exacto
de toda locura transitoria.

Imaginar que ocurre,
mas no sucede.

Formar parte
de una estampida masiva.

Morir con disimulo
mientras el mundo,
se ocupa en estupideces
para mantenerlo sin rumbo.

Aún mantengo
una fiera lucha,
de reyes, en mi copa
de vino.

Los bufones,
dominaremos el mundo.

Exprimiendo el conflicto, queda un zumo esperanzador que bebo de tu vagina.

Por el humo,
la cerveza,
los bares,
y el amor, canalla.

Bebo de la botella
y te beso.

Con estas cosas
sencillas, regreso.

Amalgamo,
amaso...
dentro de tus caricias
me pierdo.

Vivir no es fácil,
mas nos queda esto.

Peces sin branquias, inocencia de anzuelo oxidado.

Lo dejo hecho
y recuerdo doblarlo.
Mentiría si deshago
lo encontrado.

Bebo, y prefiero,
hacerlo a solas.

La muerte es
como cuando te miras
en un espejo, a solas.
Te sorprendes hablando;
imitando un éxito.

Luego vas; te duchas,
te matas; y piensas que eres
como el gel de baño,
una reencarnación,
el sufrimiento de la espuma,
que elijan tu marca,
mientras pides en la calle
lo que te falta de dinero,
para huir de tus sueños.

Tentando al universo, a retar mi locura.

Desacuerdo, sin duda.
El resto del mundo
se destroza en besos.

Sin embargo nunca
renuncio a espiar
al mundo, por el agujero
de la cerradura.

He imaginado tanta partitura
que fabrico mundos
sin esa estúpida sordera.

Semblanzas de jade, espejismos de poder.

Existe todo,
porque es arrebatado;
así como la nada
existe.

La cortina es movida,
el pájaro es cazado,
el vino es bebido,
la puerta es cerrada,
la vida es vivida.

Todo es un pasivo,
ejecutado por la muerte.

¿Qué esperas que no llega?

Yo espero con cerveza
en la mano,
a ser disfrutado de la vida.

Matando desnudos, la confusión abyecta.

Todo se estrella,
choca y se destroza,
estrellado el ansia,
el ánimo...
estrellada la esperanza.

Tan estrellado todo,
que hasta en el infierno
del confuso abrir de ojos,
veo un cielo nocturno...
un cielo estrellado.

De mayor a niño.

En medio
de mi mugre
está mi corazón.

No me reconozco.

Siempre he sido
un bicho raro,
un 4° de E.G.B
una pieza de exin castillo,
todas mis películas son mudas,
y aprendí a derribar castillos,
con las trenzas del hastío.

Añoranza del planeta, vaporizador de esperanza.

Todo me huele
a tu coño.

Las ausencias
de esta estancia,
las largas noches
rebozado a solas
en la cama;
traen el aroma
a mis dedos,
de nuevo,
como una efervescencia
desatada.

Todo me huele a coño,
ese aroma que perfuma
el mundo.

Humor rojo, sangre negra.

Escapo,
me escabullo
de lo aprendido,
creer en lo que no se ve,
es andar ciego de rabia,
por el mundo.

Siempre he sido,
de aprender
en los filos
conscientes,
del sufrimiento.

Quizá el mañana
traerá más miedo,
ojalá las armas,
dispararan esperanza.

Intenciones ocultas en géneres.

Sé como vuela la garza,
como destruye el fuego,
como atardece en el Egeo,
como cae la lluvia en Asia,
como rompe el mar, en Hornos.

Créeme si te digo,
que el escalofrío que recorre
mi sexo al besarte,
es un cóctel del mundo entero
al sintetizar la belleza,
que habita en este planeta.

Mañana te diré,
al oído, en secreto,
dónde está la muerte
cuando eyaculo contigo.

Esta noche... bésame;
quiero sentir la luz
en esta noche de invierno,
al borde de la copa de vino.

Nadando en un lago escueto.

Prendido del pelo
llevo vello de su pubis.

La noche se ha hecho corta,
el vientre está repleto
de esperma,
ella deja la cama y se peina,
el sol sale con desidia.