Mirando un escaparate lleno de alfombras.

Copa de vino tinto,
copa de vino tinto,
santo liquido,
en competencia con el blanco,
sabio y santo.

Li-po ya me lo dijo.

Las uñas de mis pies
crecen desmesuradamente,
atraviesan cualquier zapato,
y se estrellan contra el techo
terráqueo.

Tengo agujeros en casi todos
mis calcetines,
soy un hombre serio.

Tropiezo con todo,
la torpeza es mi virtud,
soy un hombre serio.

Asalto a cualquier reverendo,
hacer caso no es lo mío.

¿Te he dicho que soy un hombre serio?

Aparco en segunda fila,
conduzco con prudencia.

Santa sabiduría,
siempre me emborracho de letras.

Soy un hombre ebrio.

Todo esto lo pienso
recordando la noche,
que estuve junto a George Clooney,
tomando un gin-tonic.

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