No todo es la verdad de la letra.

Corta un trozo de sandía.

Ha de tener forma de triangulo.

Encaja la parte de la piel, en la vagina.

Muerde poco a poco, lame, chupa.

Haz que el jugo resbale por tu barbilla,
entre tu barba, ve al clítoris, chorrea
y mancha, restriega.

Corta un trozo de sandía,
ha de tener forma de triangulo
Isósceles, como la apertura
del coño, como las piernas del triangulo.

Mordiscos pequeños, hasta que se adivine la cueva;
entonces verás la idea de la vida, como Platón,
creerás en la sombra, pero no en la forma,
serán verdad los preconcebidos sin sexo.

Son esas sombras las que tienen la vida,
y sobre la idea, nacerá la excéntrica y sátira
lengua.

Porque la mujer es isósceles,
un reflejo de formas,
una verdad abundante.

Pero recuerda, a Socrates,
antes de acabar este poema.

Porque la muerte es mayeútica,
aunque no lo creas.




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