En el ostracismo del sol y la ansiedad de la luz.

Ya no viajo,
es extraño un alma
sedentaria.

Corro sentado
y sufro como un perro.

Sabes que él viaja
por el dolor, y se regocija,
aunque has olvidado,
que fueron ellos,
ellos mataron y revivieron
para ahora dejarlo sólo.

Cabizbajo es el piélago
de la ignorancia.

Silencio, es momento
de hablar.

2 comentarios:

  1. Me gusta viajar. Esos de carretera, conociendo pueblos, paisajes rurales, a veces aún silvestres y no hacerlo suele causarme ansias, por momentos desesperación... Últimamente viajar ahora en mi país puede ser una actividad de alto riesgo. Por fortuna aún nos queda la imaginación. Saludos.

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