Saxofones borrachos, lamento de un solitario.

Pico en la noche el teclado,
como un murciélago solitario.

Emito gruñidos y toso.

el poema se fabrica dentro
de la factoría.

lleva un tercio de jugos
y cuatro de carne.

Me gusta apretarme
el pene, mientras lo hago
le doy pequeños golpes
en el glande con mi dedo
indice.

Luego en la noche,
señalo a todas partes
gritando, abro la boca
y meo.

Hay una interrelación
existente como una flauta,
entre mis poemas y mi pene.

Ven que te recoja,
quiero revelarme por todas partes
mientras escribo en tu espalda
un leve, pequeño, minúsculo,
concreto, minucioso, conciso,
intenso, arrebatador, infernal:
te quiero.

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