Bebiendo sombras en una copa turbia.

Removido, asaltado,
la noche no me cierra,
el mundo se me queda corto,
volar en mi inconsciencia,
ser de verdad ahora, parte
y juego de la  vida.

Destrozar el pasado no mirándolo.

Desear ser lobo en la estepa,
para devorar mi parte de hombre
oblicuo y solitario.

La espera es el siglo de una mano,
que acaricia su afilada ala.

La espera es el azul y el amarillo
mezclados en mi cara.

Ahora y no nunca, es tiempo
de estar cerca, para asesinar,
los augurios de la esencia mala.

Bebo sombras en una copa turbia,
me reflejo en su cristal,
y camino sin la pasión de la cándida
y cercana muerte del sueño caído.

Bebo y trago sombras, beso y olvido
copas.

A veces la vida es turbia y la muerte clara.

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