Pecando.

Como la muerte,
serpenteo entre ella,
mordiendo sus manzanas
de pecado absoluto y conciso.

Ella es blanca y sol.
yo oscuro y sombra.

Todas las miradas,
se estrellan en la locura
de nuestra imaginación insana.

Muerdo su pecado y me chorrea
por la boca, su libido de perra.

5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Me gusta mucho, Carlos. Es precioso. Tu poesía me hace volar.

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  3. Aunque borres mis comentarios... sigo pensando lo mismo...

    Nana.

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  4. Nana no sé quien eres y son muy atrevidos... me sonrojan y me apabullan. Aún así gracias! y siento si te ha molestado que lo borre.

    Saludos.

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  5. Nada como identificarse cuando se hace un comentario de ese tipo.

    NENA.

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