Sacado y sediento

Lamo el pus
de tu carne abierta,
encuentro en ello
perdido poema,
rebaño enfermo
esa locura,
pierdo en ello 
mi propia esencia,
me trasformo
en minutos
en herida infecta.

Tu carne,
tu carne,
tu carne,
vida de palabra
sedienta
que me arranca
de cuajo
tu propia esencia.

Quiero con mis dientes
masticar el feto
que me fabrica 
el estado de locura
dilecta.

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