Acariciando el lomo del enfado.

¿Por qué lo hiciste?
me preguntaba ella
mientras yo miraba
el paladar de su mirada
como un bello ataúd
de mi vida pobre.

¿No me vas a contestar?
preguntó enojada.

Su grito
me hacía soñar
tanto como sus brazos;
esos brazos tan amarrados
a su cuerpo de extraña
conjugación temerosa.

¡¡Eres un gilipollas!!
me dijo con lagrimas

Entonces contesté.

Lo hice
para verte enfada...
¿Sabes?...
en el último recital
una tía
se me tiró
encima y me dijo...
Follame follame!!

Pero antes de follármela,
quise comprobar
que prefiero enfadarme contigo
antes que follar con otra...

Aunque para eso tenga
que mandar a la mierda
a ese novio tuyo.

Entonces ella
se bajo las bragas
del orgullo
y me dejó
entrar
suavemente
en ella hasta
el día siguiente.

Todo por dentro vuela.

En medio de todo
me rebano por dentro,
como un cuchillo
la carne.

Sólo por ver
cómo sangro,
Solo por sentir
cómo me revivo,
para ser más
amortajado.

La noche,
la rabia,
la vida,
que depilada,
se abre
en medio
de esto.

Solo hay
pájaros
que vuelan
en grandes
espantadas
cuando me amputo
los adentros.

Me gusta echarles
migas de pan,
me gusta ver como
las comen,
lo hago
para que no se alejen.

Lo hago:
mientras bebo
vino y escucho
su graznido

Cómplices.

No si ya lo hacemos...
o no?...
creo, porque creo
en vosotros...
que sí...
pero nunca
me planteo
que lo hagamos
al mismo tiempo...
pero noto,
siento
y percibo
que lo hacemos
todos...
¿Quién no imagina eso?

¿Verdad?

Programación y manual

Todos los poetas
escritores,
guionistas,
dramaturgos,
y demás gentuza...
deberíamos venir
a este mundo
con un manual
de usurario.

Ya que nadie nos
entiende...
al menos que nos den
uso a este desprendimiento
de sexo, lagrima y deseo.

Un manual
con indice,
con anular,
y sobre todo
con corazón:
el que necesitamos
para que nos hablen
y nos programen
para no pasar
más pena
en los canales
de esta vida
codificada,
que a penas
entendemos
por no tener
lenguaje digital.

Programa al escritor
en sus canales
de lenguaje,
pide,
sino lo trae,
el manual
de instrucciones:
Qué no sufra.

Baja laboral

Voy a explotarme
el grano,
lo tengo lleno
de pus blanco,
porque rojo
no existe
en esta enfermedad.

Voy a manchar
al mundo de amor;
infectarlo,
contagiarlo.

Amor
a mort
a mort
amor.

A muerte
me mato
amando,
enfermo
a este mundo,
lo lleno de virus;
por eso me aparta,
como
a un enfermo
como
a una plaga.

me dan antibióticos
de ignorancia
me inyectan olvido
en estas venas
que nadie,
nadie
nadie
nadie...
pincha...

nadie quiere
esta enfermedad,
solo yo
tengo
esta baja
laboral...

toda una eternidad
sin trabajar
en la vida
por amar
fuera
de
control...
yonki
yonki
yonki:
enganchado
y
dependiente,
afectado,
seropositvo,
enganchado:
a la subsistencia.

Por tener y no usar.

Tengo mis zapatos rotos
de tanto caminar descalzo.

Tengo las camisas muertas
colgadas de los armarios
cuando en verdad
debieran estar en cajones
dobladas.

Tengo los pantalones con los bajos
deshilachados, de pisarlos
con pasos mojados.

Tengo mi ropa
como mi alma
metida en cuartos,
donde el polvo
las come a trozos.

Si con el amor en la mano
se llora de alegría,
de no tenerlo
salen callos
en mis manos.

Tengo tantas cosas
rotas de no usarlas
que las resucito
solo con saber
que tienen la posibilidad
de ser
regaladas.

Viejo e imaginado.

Tengo un viejo perro
que va conmigo
desde pequeño,
desde que yo era pequeño.

Es un viejo amigo,
me acompaña,
no ladra,
pero me hace
compañía.

A veces hablo con él,
el no dice nada
solo me eschucha.

De pequeño
todo el mundo
se reía de mí
cuando pedía
huesos
en la carnicería
y se los ponía
en el suelo,
nunca se los comió,
y nadie salvo yo
puede ver a mi perro,
es un viejo lleno de pelo
pero sabe estar cuando tiene
que estar.
Ahora los que se reían,
están locos,
o viejos,
o demasiado
solos...
menos yo,
que tengo
este viejo
huesudo
cascarrabias
que aún me escucha.

Revelación

Seamos conscientes
sintamos nuestro
destino como un soplo
a la vela de nuestro
sueño, que triste
en ocasiones
se
desvanece.

Seamos conscientes
que estamos,
que hemos llegado,
que estamos y hemos llegado,
que dentro de nosotros
navega esa duda incierta
pero que nos mueve
a seguir hacia delante.

Seamos conscientes
de todo:
del arrecife,
de la hormiga,
de trigo,
de la vecina,
del terror,
del miedo,
de la esperanza,
de la espina oxidada,
hasta del fuerte
que al final
es el que más
llora y se golpea.

Seamos conscientes,
que somos libres
que aquí nos hallamos
y que por muy presos
que nos tenga
la rutina de madrugar
para descansar,
siempre
podemos imaginar

Tomemos consciencia
de nuestra imaginación,
proyecta tus deseos
hacia delante,
deja que sople ese viento
aunque la muerte
nos pese
y
aceche,
como un cepo
para partirnos
en dos.

suelta lastre
corazón de globo,
deja que te pinche
la muerte
al final de tu vida
mientras subes.

Huida.

Corazón
potro desbocado
lleno de acné.

Joven tolerable
en medio de un bar
asustado y virgen.

Justo cuando
el amor llamaba;
su alma
se escapaba como una bandada
de pájaros que asustados
por el frío, buscan
calor en otros
hemisferios.

Aterrado en miedo del medio

Yo me voy
por las sendas
de la noche,
esas que me recogen
cuando me afecta
la borrachera.

Escucho ecos,
voces,
vientos,
remolinos
de la vida
que me avisan
para no morir
cayendo
de sus tejados
de mierda...

Falseo
en orgasmo
mi acero,
como
la oscuridad
rellenada
de noche;
saciado
de luz,
vivo con todo esto
en medio
de miedo
que me aterra.

Sacado y sediento

Lamo el pus
de tu carne abierta,
encuentro en ello
perdido poema,
rebaño enfermo
esa locura,
pierdo en ello 
mi propia esencia,
me trasformo
en minutos
en herida infecta.

Tu carne,
tu carne,
tu carne,
vida de palabra
sedienta
que me arranca
de cuajo
tu propia esencia.

Quiero con mis dientes
masticar el feto
que me fabrica 
el estado de locura
dilecta.

Ignorancias y criticas a un lobo que bebe sólo y vomita letras en times new roman

Aúlla mi entraña
como el lobo
en noche cerrada,
que reclamando
su presa
sueña saciar
su alma.

Desgrano tu carne
con poemas,
para desmembrar
con mi pluma
tu feto de ignorancia.

llora tu piel bajo mis dientes,
cuando el verso te desgaja
en mil trozos, llagando
el maldito sin saber
usado de tu lectura

Duerme
con el libro abierto
volcado, sobre
tu deforme cara;
jacta tu sapiencia,
que de ignorancia
tu espíritu llora,
en sombras
de Santa Compaña.

Oscuro y nuevo.

A nuevas veces
me reconozco.

Soy capaz
de beberme
quince cervezas
seguidas
y
no
emborracharme.

A nuevas
me pruebo...
me gusta mirar
fijamente
a la gente
que no conozco
a los ojos,
viejo duelo
al amanecer
del descubrimiento;
mientras el espíritu
se inquieta en chabolas
de poblados,
donde reside
la risa.

Soy capaz de romper
y perder todo
para sentirme sin nada
más fuerte que nunca.

A nuevas digo...
pero si me miro
al espejo
me reflejo
en un eterno
y confuso
ego.

Egolatra,
egoísta,
egocéntrico,
periférico
del yo,
Solitario
de mi mismo.

En lo viejo
me mareo
con un vaso de vino,
el sol me aterra,
la luna
me
intimida.

A nuevas
codifico
mi alma
que cuelgo
al sol,
para narrar
lo que pierdo
en mis sueños.

Pero a vueltas
en lo viejo,
me dan pánico
los besos.

Cobardía
del gigante,
la del correr
camuflado
con piel de lobo
mientras aúllan
las gallinas.